Ley 21.563 o nueva ley de insolvencia

En un esfuerzo por brindar mejores oportunidades y facilidades para las personas y empresas con problemas de solvencia en Chile, el 11 de agosto de este año entrará en vigencia la Ley N.º 21.563. Esta normativa viene a modificar la Ley N° 20.720, también conocida como la ley de insolvencia y Reemprendimiento o Ley de Quiebras, trayendo consigo una serie de cambios significativos que buscan modernizar los procedimientos actuales y ofrecer alternativas más accesibles y ágiles para los deudores. 

¿Te gustaría conocer en qué consisten dichos cambios y qué nuevos beneficios ofrece esta normativa? Si tu respuesta es sí, ¡entonces continúa leyendo! En este artículo de Asesoría Deudores vamos a compartirte todo lo que necesitas saber en torno a la nueva Ley Nº 21.563.

¿De qué trata la ley de insolvencia?

La Ley de Insolvencia o también conocida como la Ley de Quiebras, es una normativa legal que regula los procesos de insolvencia de personas naturales y empresas, con el objetivo de otorgar un marco legal para enfrentar situaciones de endeudamiento excesivo y buscar soluciones que permitan la reorganización de la deuda y la reactivación económica.

¿Qué cambios trae consigo la ley 21563 en comparación con la ley 20.720?

La Ley 21.563 introduce cambios sustanciales en comparación con su predecesora, la Ley 20.720, con el propósito de hacer más efectivo el proceso concursal y garantizar una mayor protección a los deudores. Algunas de las modificaciones más clave incluyen:

Incorporación de nuevos requisitos: Con la nueva ley, se establecen requisitos más detallados sobre los antecedentes que los deudores deben presentar al inicio del Procedimiento Concursal de Liquidación Voluntaria Simplificada (el proceso para resolver sus problemas financieros). Esto incluye la presentación de una lista precisa de los bienes, su ubicación y los gravámenes que puedan afectarlos, una relación de juicios pendientes, un estado de deudas con nombres y datos de contacto de los acreedores, una copia de los antecedentes contenidos en la carpeta tributaria electrónica, entre otros.

Examen más estricto de admisibilidad de la solicitud: La ley ahora también establece un examen de admisibilidad más riguroso, permitiendo la denegación de la solicitud si no se cumplen adecuadamente los requisitos establecidos. Sin embargo, hay una excepción en el caso de los Procedimientos Concursales de Liquidación Simplificada. Si ese proceso es iniciado debido a otro procedimiento, la ley prohíbe que se rechace la solicitud para la Resolución de Liquidación. Además, después de completar un procedimiento concursal, si necesitas someterte nuevamente a otro, ahora debes esperar un período de 5 años antes de poder hacerlo. 

Simplificación de verificación y juntas de acreedores: Con el objetivo de agilizar los procesos actuales, la Ley N.º 21.563 reduce el plazo para la verificación de créditos en el periodo ordinario a 15 días hábiles. Además, se elimina la realización de juntas constitutivas, ordinarias y extraordinarias, a menos que los acreedores que representen al menos el 25% del pasivo con derecho a voto soliciten su realización.

Venta de bienes muebles en línea: En conjunto con todo lo demás, la ley ahora permite la venta de bienes muebles a través de plataformas electrónicas sin la necesidad de que se realice una subasta, facilitando así la venta de los activos y agilizando el proceso de liquidación.

Extinción de deudas: Con la nueva ley, cuando una persona o empresa inicia un Procedimiento Concursal (un proceso para resolver sus problemas financieros), las deudas que tenía pendientes antes de iniciar este proceso se consideran canceladas, a excepción de algunos casos especiales como:

  • Los pagos de alimentos que legalmente estén adeudados a alguien.
  • Las deudas derivadas de delitos o daños causados a otras personas, ya sea civil o penalmente. 
  • Las deudas del fiador, codeudor, avalista o cualquier otra persona que haya proporcionado garantías reales para asegurar el cumplimiento de las obligaciones del deudor original.

¿Cuáles son los beneficios que ofrece la ley 21563 a los deudores?

Teniendo claro algunas de las modificaciones más importantes que entrarán a ser parte del panorama de los deudores, la Ley 21.563 también busca brindar beneficios concretos a las personas, naturales y jurídicas, que enfrentan problemas de solvencia financiera. Algunos de estos beneficios incluyen:

1. Acceso a procedimientos más sencillos: Uno de los principales beneficios de la Ley N.º 21.563 es la creación de procedimientos más simples y ágiles para micro y pequeñas empresas, así como para personas naturales con problemas de solvencia. En estos nuevos procesos se eliminan trámites burocráticos innecesarios, brindando una alternativa más rápida y accesible para aquellos deudores que buscan reorganizar su situación financiera.

2. Renegociación gratuita de deudas para emisores de boletas de honorarios: La nueva ley ha ampliado la oportunidad para que las personas naturales que emiten boletas de honorarios y enfrentan problemas de sobreendeudamiento puedan acceder a la renegociación gratuita de sus deudas a través de la SUPERIR (Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento). Anteriormente, este beneficio estaba limitado a otro tipo de deudores, lo que dejaba a este grupo sin opciones para reestructurar sus deudas sin recurrir a la liquidación.

3. Incentivo al reingreso al sistema crediticio: La ley busca fomentar el reingreso de los deudores al sistema crediticio, permitiéndoles vender activos y contratar préstamos u otras operaciones de financiamiento que no superen ciertos límites específicos.

4. Facilitación del uso de la tecnología: La nueva normativa busca reducir trámites redundantes y facilitar el uso de la tecnología, autorizando la realización de juntas de acreedores en forma remota y virtual. Esta modernización tiene como objetivo hacer más ágil y eficiente el desarrollo de los procesos, beneficiando tanto a deudores como a acreedores.

5. Mayor protección de los datos personales: La nueva ley deja en claro que todos los antecedentes y documentos presentados en el procedimiento serán de carácter reservado para las personas deudoras. Esto garantiza la confidencialidad de la información financiera y patrimonial del deudor, evitando posibles vulneraciones de privacidad.

¿Cómo acogerse a la Ley de Insolvencia?

  • Análisis de la situación financiera: Lo primero es evaluar tu situación financiera para determinar si realmente necesitas acogerte a la Ley de Insolvencia. Si tienes problemas para cumplir con tus obligaciones de deuda, como préstamos, hipotecas o cuentas pendientes, y consideras que no puedes seguir pagando de acuerdo con los términos originales, podría ser una señal de que podrías beneficiarte de la ley.
  • Asesoramiento legal: Es altamente recomendable que busques asesoramiento legal de un abogado especializado en insolvencia o derecho concursal. Con nuestra asesoría te guiaremos a través del proceso y te ayudaremos a tomar decisiones informadas.
  • Presentación de la Solicitud: Si después de la evaluación tomas la decisión de proceder, deberás presentar una solicitud ante el tribunal competente. La solicitud debe incluir información detallada sobre tu situación financiera, incluyendo tus activos, pasivos, ingresos y gastos.
  • Procedimiento de renegociación o reorganización: Una vez que se haya presentado la solicitud y el tribunal haya aceptado el proceso, se abrirá un período para llevar a cabo negociaciones con tus acreedores con el objetivo de llegar a un acuerdo de renegociación o reorganización de las deudas. Durante este período, se pueden suspender las acciones legales de los acreedores.
  • Acuerdo de reorganización: Si se llega a un acuerdo de reorganización con los acreedores y es aprobado por el tribunal, se establecerá un plan de pagos y reestructuración de deudas. Este plan puede incluir plazos extendidos para el pago, reducciones de intereses, entre otras medidas, dependiendo de la situación.
  • Cumplimiento del plan: Una vez aprobado el acuerdo de reorganización, deberás cumplir con los términos establecidos en el plan de pagos. El no cumplimiento de estos términos podría llevar a la revocación del acuerdo y la continuación de las acciones legales de los acreedores.
  • Finalización del proceso: Una vez que hayas cumplido con el plan de reorganización y pagos, el proceso de insolvencia se considera completado. La empresa o la persona natural podrán continuar con su actividad normal.

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